El mar es impresionante… la verdad es que hace veinte años que no lo veía en vivo y a todo color. Prácticamente lo volví a conocer, a reconocer.
Me quedé impactada. Con su grandeza, su magnificencia y su furia y tranquilidad a la vez. Unas veces arriba, unas abajo, otras enojado, otras alegre. Como la vida.
Parada en la playa, con el fuerte oleaje de frente, pensé en él, en mi vida, en su ausencia, en mis pocos y variados recuerdos.
Quise gritar… gritarle al viento que estoy aquí, dispuesta a seguir de frente.
28 del 2007 de diciembre
Tuesday, June 03, 2008
El mar
Etiquetas:
Diciembre 2007,
MRT
En la obscuridad
Hoy entendí porqué a tanta gente le da miedo la obscuridad y contrario a lo que todo mundo cree, no es por los fantasmas o por las sombras, ni por los ruidos.
Es, más bien, porque en la obscuridad nuestros pensamientos nos atacan. Sin luz ni ruido no tenemos distractor alguno que los opaque y nos vemos obligados a pensar en todas aquellas cosas que evitamos.
Como en ti.
26 del 2008 de marzo
Es, más bien, porque en la obscuridad nuestros pensamientos nos atacan. Sin luz ni ruido no tenemos distractor alguno que los opaque y nos vemos obligados a pensar en todas aquellas cosas que evitamos.
Como en ti.
26 del 2008 de marzo
Etiquetas:
Marzo 2008,
MRT
Comunicación Sin Retorno 7
Sé que hago mal al pensar en ti, que hago peor al querer verte, pero hay partes de historia que no me parece que estén bien. Hay dudas que quisiera resolver.
Estoy bien. Me creo lo suficientemente fuerte como para verte y al fin desencantarme. Como para hablar contigo sin desmoronarme.
Quisiera escuchar tu historia... y contarte la mía, aunque a ti ya no te interese escucharla.
Quisiera que conocieras lo que realmente soy. La mujer fuerte y decidida que guardé en algún cajón. Aquella de la que sin duda te hubieras enamorado perdidamente. A la que hubieras amadado toda la vida. A la que nunca hubieras dejado ir.
Lo cierto es que la escondí muy bien y ni yo misma la encuentro.
Sólo hay vestigios.
Vestigios de mí, de ti. Vestigios de historias. Fragmentos de vida que se pierden en el tiempo.
Las lágrimas se confunden con la lluvia. Es la única forma en la que las puedo disimular.
Sólo así, llorando bajo la lluvia, puedo fingir que todo está bien. Sólo bajo la lluvia.
Cuando en medio de la nada me viene tu recuerdo y se me clava en el pecho como un cuchillo, quisiera que lloviera, que lloviera a cántaros para poder llorar igual, para poder disimular.
Sigo preguntándome por qué el amor es tan complicado...
Me he convendico de que el error soy yo y mis estúpidas decisiones.
Mi estúpido corazón, con su excedente de ilusión y su falta de amor, no distingue entre el amor y las aventuras.
Y sigue metiéndome en problemas.
Tengo tanto para estar molesta. Tanto para olvidarte, para dejarte de añorar, pero mi estúpido corazón no entiende a la razón.
¿Por qué no llamaste?, me preguntaste la última vez que te vi.
¿Será que si lo hago obtendré una respuesta positivia?
¿Será que si te llamo querrás hablar conmigo?
No lo sé, como no sé lo que es real y lo que no...
En algún punto del camino dejé de saber qué hacer, sobre todo cuando se trata de ti.
Ahora yo me pregunto: ¿por qué tú no llamaste?
Y esa respuesta tuya de que sólo respetaste mi decisión, no me convence.
En fin, da igual, si ahora no lo haces y no quisiste mantener contacto conmigo durante tu ausencia, es porque no te interesó.
¿Por qué habría de importarte ahora?
Me debato una vez más entre lo que quiero y lo que creo correcto.
Me encantaría creer que en este mismo instante estás acostado en tu cama recordándome y pensando en llamar...
Sé que no es así. Los cuentos de hadas y los príncipes azules (o morados) no existen.
Y tú jamás llamarás. Mucho menos volverás.
En fin, así es la vida y así es el amor... A veces correspondido, otras no. La mayoría del tiempo confuso para mí.
Las palabras se me acaban por hoy. En realidad, sólo tengo las mismas palabras para ti, las de siempre. Palabras gastadas, repetidas una y otra vez, pero que no pierden ni su significado ni su intensidad.
Palabras pedidas en el tiempo, palabras que no tocarán tu corazón.
No sé cuándo se me acabarán...
Grethel
7 del 2008 de mayo
Estoy bien. Me creo lo suficientemente fuerte como para verte y al fin desencantarme. Como para hablar contigo sin desmoronarme.
Quisiera escuchar tu historia... y contarte la mía, aunque a ti ya no te interese escucharla.
Quisiera que conocieras lo que realmente soy. La mujer fuerte y decidida que guardé en algún cajón. Aquella de la que sin duda te hubieras enamorado perdidamente. A la que hubieras amadado toda la vida. A la que nunca hubieras dejado ir.
Lo cierto es que la escondí muy bien y ni yo misma la encuentro.
Sólo hay vestigios.
Vestigios de mí, de ti. Vestigios de historias. Fragmentos de vida que se pierden en el tiempo.
Las lágrimas se confunden con la lluvia. Es la única forma en la que las puedo disimular.
Sólo así, llorando bajo la lluvia, puedo fingir que todo está bien. Sólo bajo la lluvia.
Cuando en medio de la nada me viene tu recuerdo y se me clava en el pecho como un cuchillo, quisiera que lloviera, que lloviera a cántaros para poder llorar igual, para poder disimular.
Sigo preguntándome por qué el amor es tan complicado...
Me he convendico de que el error soy yo y mis estúpidas decisiones.
Mi estúpido corazón, con su excedente de ilusión y su falta de amor, no distingue entre el amor y las aventuras.
Y sigue metiéndome en problemas.
Tengo tanto para estar molesta. Tanto para olvidarte, para dejarte de añorar, pero mi estúpido corazón no entiende a la razón.
¿Por qué no llamaste?, me preguntaste la última vez que te vi.
¿Será que si lo hago obtendré una respuesta positivia?
¿Será que si te llamo querrás hablar conmigo?
No lo sé, como no sé lo que es real y lo que no...
En algún punto del camino dejé de saber qué hacer, sobre todo cuando se trata de ti.
Ahora yo me pregunto: ¿por qué tú no llamaste?
Y esa respuesta tuya de que sólo respetaste mi decisión, no me convence.
En fin, da igual, si ahora no lo haces y no quisiste mantener contacto conmigo durante tu ausencia, es porque no te interesó.
¿Por qué habría de importarte ahora?
Me debato una vez más entre lo que quiero y lo que creo correcto.
Me encantaría creer que en este mismo instante estás acostado en tu cama recordándome y pensando en llamar...
Sé que no es así. Los cuentos de hadas y los príncipes azules (o morados) no existen.
Y tú jamás llamarás. Mucho menos volverás.
En fin, así es la vida y así es el amor... A veces correspondido, otras no. La mayoría del tiempo confuso para mí.
Las palabras se me acaban por hoy. En realidad, sólo tengo las mismas palabras para ti, las de siempre. Palabras gastadas, repetidas una y otra vez, pero que no pierden ni su significado ni su intensidad.
Palabras pedidas en el tiempo, palabras que no tocarán tu corazón.
No sé cuándo se me acabarán...
Grethel
7 del 2008 de mayo
Etiquetas:
Comunicación Sin Retorno,
Mayo 2008,
MRT
Hablar de amor
Es demasiado difícil hablar de amor cuando se me ha escapado tantas veces de las manos.
A veces pienso que únicamente me he engañado, que lo que conozco no es amor, que han sido sólo historias equivocadas.
Otras veces pienso que el amor no es para mí, que no habrá quién pueda convivir de por vida con este corazón.
Sé que estoy cansada de equivocarme, de amar sin ser amada. De pensar que efectivamente hay alguien para mí, alguien con quien terminar mis días.
Ya no quiero enamorarme para seguirme equivocando. Ya no quiero tener que sanar a mi corazón.
¿Será que realmente hay alguien para mí?
7 del 2008 de mayo
A veces pienso que únicamente me he engañado, que lo que conozco no es amor, que han sido sólo historias equivocadas.
Otras veces pienso que el amor no es para mí, que no habrá quién pueda convivir de por vida con este corazón.
Sé que estoy cansada de equivocarme, de amar sin ser amada. De pensar que efectivamente hay alguien para mí, alguien con quien terminar mis días.
Ya no quiero enamorarme para seguirme equivocando. Ya no quiero tener que sanar a mi corazón.
¿Será que realmente hay alguien para mí?
7 del 2008 de mayo
Junio y cualquier mes
Junio es un mes aburrido, como todos los demás desde que no estás en mi vida.
Junio y cualquier mes es igual. No hay diferencia entre los días y las noches.
Siempre está el sabor amargo de tu partida, la culpa de haberte echado de mi vida.
Junio da igual, como cada mes, como cada palabra y cada suspiro, como cada beso.
El amor es como junio, aburrido y amargo... Indiferente si tú no estás en él.
Junio apesta, igual que el amor.
Junio y cualquier mes es igual. No hay diferencia entre los días y las noches.
Siempre está el sabor amargo de tu partida, la culpa de haberte echado de mi vida.
Junio da igual, como cada mes, como cada palabra y cada suspiro, como cada beso.
El amor es como junio, aburrido y amargo... Indiferente si tú no estás en él.
Junio apesta, igual que el amor.
Etiquetas:
Junio 2008,
MRT
Prometo olvidarte
No sé cómo ni cuándo pero prometo un día olvidarte.
Ya no quiero ser la idiota que te extraña y en la que tú no piensas.
Ni la que haría lo que fuera para que tú estés bien.
Hasta prometer olvidarte.
Ya no quiero ser la idiota que te extraña y en la que tú no piensas.
Ni la que haría lo que fuera para que tú estés bien.
Hasta prometer olvidarte.
Etiquetas:
Junio 2008,
MRT
Subscribe to:
Comments (Atom)